El Castillo de Alicún se alza sobre un cerro alargado situado a poco más de 1 kilómetro al sureste de la localidad de Alicún, provincia de Granada, en la margen derecha del río Guardahortuna. Alicún cuenta con las ruinas de dos fortalezas, situadas en a escasa distancia la una de la otra aunque en cerros diferentes. Se puede llegar por la carretera que lleva de Dehesas de Guadix a Alicún de Ortega, pero es de difícil acceso.
El castillo de Alicún es una interesantísima fortaleza de época nazarí del siglo XIV. Se encuentra en una zona limítrofe con la provincia de Jaén, que adquirió gran importancia a partir de la época musulmana cuando se convirtió en zona de frontera a partir de la conquista cristiana en 1315 a raíz de la batalla de las Peñas Bermejas.
Alicún era frecuentemente atacada por los cristianos desde Cazorla en su intento de adentrarse a la conquista de las tierras de Guadix.
Según la crónica de Iranzo, el castillo pertenecía en 1465 al Condestable, quien lo había recibido de manos del rey después de su conquista a los moros el año anterior.
La recuperación de estos territorios por los cristianos sirvió para que, más tarde, los Reyes Católicos tuvieran fortalezas desde las que iniciar la conquista de Granada.
En 1498 fue derribado, junto con otros de la zona, por orden expresa de la Corona.
Se trata de una impresionante fortaleza de la que quedan abundantes restos. El conjunto se organiza en una plataforma que se eleva de sur a norte. Sus muros de mampostería se alzan a partir de las paredes verticales del cerro.
En la parte inferior, al oeste, se puede reconocer la entrada, con al menos dos torres y un posible acceso en recodo.
En el extremo sur quedan huellas de un torreón de mampostería.
Conforme se sube, se hallan los restos de una vivienda, de la que han sobrevivido unas escaleras de caracol, el umbral de la entrada y algunos muros. Es posible que esta estructura corresponda a la Torre del Homenaje.
Próximo a ella, al norte, ascendiendo un poco, hay un gran hueco de 7 x 3 metros excavado en la roca y algún resto de muro de tapial muy duro, se trata del aljibe, cuya bóveda no se ha conservado.
A unos 20 metros hay un gran brocal de hormigón, que podría tratarse de un pozo de noria.
En el espolón más elevado y en el inmediatamente inferior, en un punto situado al noroeste se pueden ver algunos restos de muros.
En la zona final de la ladera noroeste hay una concentración de viviendas.
Se encuentra en estado de ruina progresiva, abandonado e invadido por la vegetación.
Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949 y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
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CastillosNet agradece la colaboración de Luis Puey Vílchez
Fecha de última modificación: 2018-10-09
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